22 de Abril, Dìa de la Tierra

Cada 22 de Abril, desde hace 49 años, se celebra el Día Mundial de la Tierra, una iniciativa creada por los movimientos ambientalistas con el fin de hacer un llamado a los gobiernos para que generen políticas públicas por el cuidado de la creación.

Hoy mas que nunca se hace primordial tomar conciencia sobre el cuidado a nuestra casa común, pues, somos responsables de que nuestro ambiente sea un espacio adecuado para vivir en familia y con calidad de vida, pues gracias a esta falta de conciencia o de sentido común se están generando impactos que traen graves resultados, tales como: enfermedades, desastres socionaturales, contaminación, sequías, erosiones, entre otras cosas.

Es triste, pasar por las calles y darse cuenta que nosotros no tenemos claro la responsabilidad que tenemos todos y cada uno de los habitantes en nuestros diferentes espacios. Los gobiernos deben de promover campañas reales que generen éxitos en el cuidado del agua, la tierra, la siembra.  En el año 2015, el Papa Francisco, hizo una propuesta mundial al publicar la Encíclica Laudato Si (Alabado seas, mi señor), con la finalidad de emplazarnos a reflexionar sobre nuestra tierra, haciendo un llamado de atención importante a todos con respecto al calentamiento global, cito: “La mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos a causa de la actividad humana”.

Es necesario retomar acciones que permitan rescatar a nuestro planeta y esto es un tema de decisión y compromiso, desde los espacios de concertación religiosa y de ciudadanía, dice la encíclica:  “La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debería provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de fraternidad”. 

Por otra parte, los desarrollos locales deben de ser producto de la organización comunitaria, los espacios de encuentro con todas las fuerzas vivas y los gobiernos locales, sin banderas política de ninguna organización, sino con el enfoque social. Es tarea de los ciudadanos impulsar el cuidado de nuestros espacios habituales, esto quiere decir valorar el uso del agua, colocar los desechos sólidos donde corresponde, dando especial fuerza al reciclaje, mantener ríos, playas, quebradas limpias, promoviendo la siembra y el amor a la naturaleza que es un regalo que Dios nos dió para vivir libres y con todo lo necesario. (Génesis).

Es importante destacar que:  “Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social. Es lo que ocurre cuando los movimientos de consumidores logran que dejen de adquirirse ciertos productos y así se vuelven efectivos para modificar el comportamiento de las empresas”. (Laudato Si, 12).

Es el momento para que promovamos movimientos ecológicos y de gestión de riesgo, nuestro planeta merece ser un espacio  seguro para vivir, es la hora de concientizarnos en serio, pues, no estamos previendo el futuro de nuestros sucesores. Es responsabilidad de todos que nuestra planeta este bien, hoy sufre la consecuencia de nuestros descuido, son muchos los que han fallecidos a consecuencia de falta de prácticas preventivas en materia de Reducción de Riesgo, son muchas las personas que están sin viviendas por falta de políticas públicas y seguimiento de los espacios de construcción inapropiados. Existen muchas enfermedades por consecuencia de un mal tratamiento del agua y el desconocimiento de la valoración de la misma, la explotación inapropiada de los recursos naturales ha afectado nuestra cadena de alimentación.

Finalmente, el planeta nos da la vida y hoy podemos darle vida al planeta. Seamos parte del cambio desde el hogar, el trabajo y la comunidad. Rescatemos esta tierra para que mañana siga estando con renovada hermosura, lo que hoy hagamos será para bien y provecho de nuestros hijos mañana. El planeta es nuestro hogar.

Hermanos, estamos a tiempo de valorar ese regalo que Dios nos dió llamado Tierra, un planeta que tiene todo para que los habitantes vivan felices y tengan vida en abundancia (Jn 10, 10), tomemos conciencia, amemos nuestro planeta.

Nos vemos en un próximo escrito. 

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