El Compromiso: “La Fe en Cristo que ilumina y exige avanzar hacia un desarrollo humano integral y solidario
Para finalizar la Conferencia Regional de Cáritas América Latina y el Caribe, los participantes elaboraron un comunicado el cual titularon “Hacia un nuevo
humanismo para el desarrollo integral”,
donde se presentan los desafíos
que como Iglesia nos interpela: “La pobreza, y la tendencia regresiva a ella de
millones de personas en nuestros países, producto de sistemas económicos y
políticos que valoran más el tener que el ser, el beneficio económico más que
la vida, las ideologías por encima de las personas, y que asumen el poder como
dominación y no como servicio liberador. Sacrifican de esta manera a millones
de seres humanos y a la obra del creador, la naturaleza, nuestros ecosistemas,
las culturas autóctonas y hasta las creencias religiosas que nos identifican
como un pueblo que ama y sirve a la vida”, por proponemos: “concebir el desarrollo, no como un simple crecimiento
económico, sino como la promoción integral y solidaria de toda persona en todas
sus potencialidades y de todas las personas y pueblos (PP 14), la necesidad del
desarrollo integral y solidario para que se dé una paz duradera, la centralidad
de la persona humana en todos los procesos de desarrollo desde un humanismo
integral, genera un compromiso y “un imperativo para todos y cada uno de los
hombres y mujeres, para las sociedades y las naciones, en particular para la
Iglesia católica y para las otras Iglesias y Comunidades eclesiales” (SRS 32)”.
Al mismo
tiempo que nos comprometemos a
asumir este compromiso desde la fe en Jesucristo que ilumina, desde dentro de
nosotros mismos, la naturaleza y la exigencia del desarrollo integral y
solidario, a “tomar la iniciativa sin
miedo”, a primerear en los procesos de transformación de la realidad desde una
Iglesia en salida y desde un sentir profético asumido en la experiencia
tangible; Exhortamos a los
Gobiernos, a las empresas y el sector de la economía, a los políticos, a las
instituciones democráticas que tienen la responsabilidad de generar políticas
públicas para nuestros pueblos, a las comunidades eclesiales y a todos los
discípulos y discípulas misioneras, a trabajar solidariamente por el Bien
común, por un desarrollo integral y solidario; promoviendo la vida, respetando
la naturaleza y nuestros ecosistemas como obra del Creador, sabiendo que no
podrá haber desarrollo sin el respeto de la creación, sin una mayor valoración
de las culturas indígenas y las creencias ancestrales de nuestros pueblos.
El Comunicado
50 AÑOS DE LA ENCÍCLICA “POPULORUM PROGRESSIO”
(San Salvador, El Salvador 13-16 Agosto 2017)
Hacia un nuevo humanismo
para el desarrollo integral
Convocados por el Departamento de Justicia y
Solidaridad del CELAM y por el Secretariado de CÁRITAS de América Latina y El
Caribe, los Cardenales, Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, Laicos y
Laicas servidores en las distintas Pastorales Sociales-Cáritas de nuestros
países, nos hemos reunido en San
Salvador para conmemorar los 50 años de la promulgación de la Encíclica “Populorum
Progressio” del Beato Pablo VI, la celebración del Centenario del nacimiento
del Beato Oscar Arnulfo Romero y el Cuadragésimo aniversario del martirio del
Padre Rutilio Grande.
Nos ha alegrado la presencia en nuestro encuentro
del Sr. Cardenal Luis AntonioTagle, del Sr. Michel Roy, Presidente y Secretario
General respectivamente de Cáritas Internationalis, y de otros miembros de esta
Institución, así como la de hermanos y hermanas pertenecientes a diversas CÁRITAS
e Instituciones Eclesiales de otras Regiones que generosamente han contribuido
para el desarrollo del encuentro. Igualmente nos ha animado la cordialidad y hospitalidad
de esta tierra Salvadoreña, con una atención privilegiada de CÁRITAS del
Salvador con su Presidente el Sr. Cardenal Rosa Chávez y su Director Antonio
Baños.
Ha sido un encuentro fraterno, lleno de
espiritualidad y esperanza desde la opción preferencial por los pobres,
sabiendo que estamos pisando tierra de mártires que nos preceden en el camino
del serviciopor nuestros pueblos.Haber peregrinado por el camino de los
mártires salvadoreños nos ha llenado de fortaleza y de una visión más
esperanzadora y comprometida en nuestro servicio eclesial.
Desde una perspectiva profética hemos
constatado diversos desafíos que hoy nos interpelan y nos duelen: La pobreza, y
la tendencia regresiva a ella de millones de personas en nuestros países,
producto de sistemas económicos y políticos que valoran más el tener que el
ser, el beneficio económico más que la vida, las ideologías por encima de las
personas, y que asumen el poder como dominación y no como servicio liberador.
Sacrifican de esta manera a millones de seres humanos y a la obra del creador,
la naturaleza, nuestros ecosistemas, las culturas autóctonas y hasta las
creencias religiosas que nos identifican como un pueblo que ama y sirve a la
vida.
Ante estos desafíos hemosanalizado y
reflexionado algunos temas de interés propuestos en la Encíclica. La intuición del
Beato Pablo VI al concebir el desarrollo, no como unsimple crecimiento
económico, sino como la promoción integral y solidaria de toda persona en todas
sus potencialidades y de todas las personas y pueblos (PP 14),la necesidad del
desarrollo integral y solidario para que se déuna paz duradera, la centralidad
de la persona humana en todos los procesos de desarrollo desde un humanismo
integral, genera un compromiso y “un imperativo para todos y cada
uno de los hombres y mujeres, para las sociedades y las naciones, en
particular para la Iglesia católica y para las otras Iglesias y Comunidades
eclesiales” (SRS 32).
Este compromiso lo asumimos desde la fe en
Jesucristo que ilumina, desde dentro de nosotros mismos, la naturaleza y la
exigencia del desarrollo integral y solidario. En Él todo tiene su consistencia
porque “Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud y reconciliar por
él y para él todas las cosas” (Col 1,20).
Desde esta fe se hace necesaria la sabiduría
y la caridad misericordiosa, porque no bastan los conocimientos científicos de
las realidades que se viven, o los buenos deseos o sentimientos caritativos,
sino un diagnóstico adecuado y pertinente de la realidad que vivimos (cf CIV
30); de esta manera se lograráuna mayor incidencia en la realidad para
transformarla.
El Papa Francisco nos invita a “tomar la
iniciativa sin miedo”, a primerearen los procesos de transformación de la
realidad desde una Iglesia en salida y desde un sentir profético asumido en la
experiencia tangible; a involucrarnos como Jesús cuando lavó los pies a sus
discípulos; de igual manera, a realizar un acompañamiento permanente, paciente
y fraterno; a saber recoger los frutos de vida nueva, “aunque en apariencia
sean imperfectos o inacabados”; y, finalmente, a celebrar la vida que crece en
nuestras comunidades (EG 24).
Desde este espacio
reflexivo y de compromiso, exhortamos a los Gobiernos, a las empresas y el
sector de la economía, a los políticos, a las instituciones democráticas que
tienen la responsabilidad de generar políticas públicas para nuestros pueblos, a
las comunidades eclesiales y a todos los discípulos y discípulas misioneras, a
trabajar solidariamente por el Bien común, por un desarrollo integral y
solidario;promoviendo la vida, respetando la naturaleza y nuestros ecosistemas
como obra del Creador, sabiendo que no podrá haber desarrollo sin el respeto de
la creación, sin una mayor valoración de las culturas indígenas y las creencias
ancestrales de nuestros pueblos; en fin, debemos trabajar para que toda persona
logre “pasar de condiciones menos humanas a condiciones más humanas” (PP 20-21),
siendo conscientes que sin el desarrollo de nuestros pueblos es muy difícil
lograr la paz.
Son muchos los
desafíos que se presentan, pero la Iglesia cuenta con todos nosotros, con los
jóvenes servidores de la caridad y los equipos de Pastoral Social- Cáritas de
nuestros países.Les animamos a que todos juntos sigamos trabajando con amor y
entrega, sabiendo que tenemos en los meses venideros el inicio de la Campaña
Mundial de Migraciones, la Campaña contra la Violencia Infantil, el encuentro de
Diálogo con los Movimientos Sociales, la Jornada Mundial de los Pobres, el
Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Ecología Integral, el seguir incidiendo
para que los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) logren sus objetivos, y
una serie de actividades que nutren el bien de las comunidades.
En nuestra querida
Región, el desarrollo “necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en oración” porque
“el amor lleno de verdad, caritas in veritate, del que procede el
auténtico desarrollo, no es el resultado de nuestro esfuerzo sino un don” (CIV
79). Por eso, desde esta tierra de mártires, nos encomendamos a Nuestra Señora
de Guadalupe, la “Morenita” que nos sedujo con su humildad y sencillez, y al
Beato Oscar Romero, para que nos concedan la fuerza, la esperanza y la alegría
para avanzar en este camino que hemos emprendido, a fin de alcanzar un
verdadero desarrollo integral y solidario.
En San Salvador, a los dieciséis días del mes
de Agosto de 2017.
Por los participantes del Encuentro.
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