Cuando se tiene clara la vida en la Familia Cristiana


Foto: Cortesía de Annie Romero
El pasado 17 de Enero de 2015, tuve la oportunidad de asistir a la celebración de las Bodas de Plata de Janeth Marquez y Bartolo Soler, quienes cumplieron 25 años de casados, y de ejemplo de familia cristiana.

Destaco este acontecimiento, porque hay que celebrar a grandes voces cuando los matrimonios se consagran, se legitiman ante los ojos de Dios, cuando se respeta "El hasta que la muerte nos separe", cuando se vive Corintio 13, 4-8... "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece..."

Estamos en tiempos en que la vida en pareja consagrada con el Sacramento del Matrimonio, es poco creíble. Janeth y Bartolo son el ejemplo de que si se tiene a Dios en medio de la familia, es posible salir adelante como pareja. Fue emocionante vivir junto con ellos el ritual de la Misa, celebrada por Mons. José Luis Azuaje, y concelebrada por otros sacerdotes amigos de la pareja, escuchar el recorrido histórico de su noviazgo convertido en Matrimonio, en la voz del padre que los casos en ese tiempo.

Las personas o las nuevas parejas, en estos tiempos se unen bajo el Concubinato o Unión estable de hecho, como una opción legal, para la vida en familia, y si bien, se tienen derechos, según el Art. 77 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las nuevas parejas en estos tiempos, se privan de vivir la espiritualidad del matrimonio, porque este es el significado real y no tangible del mismo, La Espiritualidad.

Ojala, se pudiera entender, que el Matrimonio eclesial, no es la fiesta, es la convivencia, es tener siempre presente a Dios en la familia para que este perdure para siempre, aunque existan dificultades durante el pasar de los años, cuando se vive en familia y se tiene a Dios en medio de ella, todo es posible, lo digo por experiencia.

Janeth y Bartolo son mi ejemplo, más reciente, pero este escrito es un homenaje a mi familia y todas las personas,  amigos y amigas que están presentes en mi vida que también viven la espiritualidad del matrimonio.

Quien quiera leer este texto, reflexione y viva la alegría del matrimonio, promovamos valores cristianos que nos permitan cada día tener familias futuras siendo mejores personas, mejores ciudadanos, mejores amigos. 

Cuando se tiene clara la vida en la Familia Cristiana, se llega a 25 años y muchos mas, no olvidemos que si confiamos nuestra familia a Dios, todo es posible.

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