Los cristianos estamos llamados a promover el cambio social


Ciudadanía es la capacidad de la sociedad civil de reclamar sus derechos y cumplir con sus deberes. El ejercicio de la ciudadanía implica compromiso con la sociedad, hacer aportes profundos en la toma de decisiones que hacen llamados positivos a la transformación social del país. Es necesario tomar conciencia de que en la sociedad venezolana, el ejercicio de la ciudadanía no puede solo reducirse a transformar leyes. Esto implica reconocimiento y denuncias de aquellos derechos humanos que constantemente son violados. Es la facultad de exigir que se creen todas las condiciones necesarias para vivir dignamente, esta exigencia implica, que hayan alimentos, viviendas suficientes en los espacios adecuados para la construcción, pleno empleo, salarios justos y acordes a la cesta básica, hospitales en condiciones óptimas para la atención, escuelas, liceos y universidades para todos. El ejercer la ciudadanía nos convoca a reconocer y denunciar los modos de llevar a cabo cualquier actividad pública en la que se derive violación de los derechos individuales y sociales. El ejercicio de la ciudadanía en los cristiano supone: Sujetos sociales activos, Ciudadanos críticos, comprometido con y por el otro, con ideales, radicales, gestores de acción de paz, justicia, solidaridad, perdón y Reconciliación, pero sobre todo servidores al estilo de Jesús. Es nuestro deber ejercer el derecho a la participación como bien lo cita la constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Art. 62. Cada vez que se nos convoca a participar es nuestro DEBER asistir. El Compendio de la Doctrina Social de Iglesia cita: “La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y con vistas al bien comun”… (189), la mayoría de las veces se necesita tomar decisiones, donde cada uno de los venezolanos/as tienen en sus manos un aporte para la construcción de un mejor país. Ser ciudadano no es solamente el llamado a elecciones, o victima de manipulaciones política, sino es ejercer libre y responsablemente el propio papel cívico que nos corresponde con y para los demás, como también es uno de los pilares de todos los ordenamientos democráticos. Ejercer la ciudadanía es una acción política – social, que nos supone sujetos activos, participativos, solidarios con capacidad para protagonizar e incidir en las acciones y decisiones en los diferentes ámbitos de una sociedad.
Son exigencias para el ejercicio de la ciudadanía: promover cambio social, recuperar la idea del bien común, comprometerse públicamente con las instituciones sociales para promover transformación social, fe y compromiso socio – político.
Cuando se nos convoca a reuniones en nuestras comunidades para proyectos que nos benefician a todos/as, es nuestro deber de ciudadano/a asistir y dar aportes sobre las propuestas que se realizan. Igualmente, debemos participar cuando se convoquen a elecciones, bien sea, presidenciales, municipales, comunitarias, etc. En nuestras manos, siempre está la posibilidad de construir un país mejor. La civilización del amor es tarea de todos. Profesar y vivir el evangelio a plenitud, nos hacer ser cada día más solidarios, más justos, más humanos.

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